La confianza que se logra cuando una plantilla supera los cursos de formación, con las técnicas usadas por nuestra empresa, es muy alta.
Pongamos de ejemplo, en primer lugar, las Storytelling realizadas en algunos de ellos, que generan numerosas y positivas sensaciones para cualquier firma.
Un estudio realizado en el sector aeronáutico revela que, “las historias que hemos incluido en sus vídeos formativos”, les resultan cómodas y fáciles de entender (ya que contienen fragmentos de su rutina diaria en el trabajo o de fases temporales a las que se han tenido que enfrentar en su vida laboral previa).
Al haber usado “un lenguaje común” a cualquier departamento o sector al que se le planteó la Storytelling, consigue que el equipo comience a usar las mismas palabras para designar elementos, a los que antes ponían nombres alternativos.
Y eso, se cumple, aunque trabajen a tres mil kilómetros unos de otros, solo por haber realizado la misma formación on-line.
Se genera una implementación de conocimientos, que logra que los trabajadores en general, fijen objetivos y contenidos a largo plazo de modo entretenido e interesante.
En segundo lugar, toda empresa quiere dotar de su “propia esencia o toque personal” en su actividad educativa. Generar un currículum específico y adaptado a sus intereses, crea un personal que está a gusto en su puesto, involucrado y con ganas de prosperar.
Este aspecto es muy relevante para Novelingo, ya que llega a formar parte de ese feed-back entre equipo y empresa: las historias que nos ayudan a comprender los valores del individuo, siempre mejoran la empatía hacia el protagonista y las ganas de obtener los mejores resultados al acabar la partida… ¿no es ese el objetivo innato, que debería tener una compañía que desea formar bien a sus empleados y empleadas?
Beatriz Toca Mestanza
